Proyectos y bolis de colores

Después de un año complicado parece que vuelvo a vivir un momento de optimismo y crecimiento personal. No hay nada que me agobie más que no hacer nada, y más aun cuando la inactividad es impuesta y no elegida, se que no voy a tratar un tema aislado, por desgracia la mayoría nos encontramos en una situación similar o conocemos a alguien cercano que esté viviendo tal impotencia. En los tiempos que corren solo nos tenemos a nosotros mismos para evitar caer en un agujero de pesimismo y depresión, y hablo en concreto del grupo en el que me encuentro, esa juventud con ganas de trabajar, aprender y avanzar en la vida que no hace más que encontrarse con un muro tras otro y a cual más alto.

Puede sonar inocente pero aseguro que no se trata más que de una reflexión fruto del cansancio y aburrimiento frente a tal realidad, decidí no dejarme influenciar por la negatividad, e intentar ver (a falta de puertas) las escaleras de mano para cruzar estos muros. Hay que ser valientes y no dejar de soñar y avanzar de una manera u otra aunque nos digan lo contrario,  porque el NO definitivo no existe mientras no creas en él.

Si no fuera por esta constante auto-obligación de avanzar ahora mismo no estaría donde estoy, no estaría completando mis estudios, ni se me habría ofrecido la oportunidad de realizar un proyecto relacionado justo con la rama de la Historia del Arte que más que apasiona. Y sigo adelante, con mis bolis de colores, mis lápices de fresa y mi agenda de corazones, poniéndole un poco de sentimiento "happy flower" a la vida e intentando contagiar a la gente que me acompaña.

¿Y por qué no?

"Endevant i amunt gent!" o "Pa' lante y pa' riba quilla!!" jajajaja